Reflexiones de este tipo nos deja nuestra última actuación en Bunji The Place. Un nuevo restaurante en Majadahonda, Madrid, situado en un local de dimensiones colosales: con capacidad para dar de comer hasta 400 comensales. A nivel de construcción, el establecimiento se ha beneficiado de una renovación integral de su decoración, concebida bajo el influjo y la inspiración de la cultura australiana.
El desarrollo de la obra se ha ejecutado en compenetración con otras empresas del sector. Desde Grupo Spin hemos llevado el peso de las responsabilidades en las áreas de pintura, albañilería, electricidad y en la adecuación de los elementos decorativos, lumínicos y de sonido.
Bunji The Place ha precisado de un auténtico esfuerzo de superación. El logro de llegar en fecha a la apertura del establecimiento se consiguió gracias a un ejercicio de implicación por parte de toda nuestra brigada que bien merece ser reconocido. En apenas diez días se ha ejecutado el núcleo duro de unos trabajos que, de otra forma, hubieran llevado semanas.
A la vista del resultado final, hemos sido coherentes con los valores que, más de 20 años después en el sector del retail, definen nuestra marca: la rapidez y la calidad en las ejecuciones y el compromiso con los plazos.
Como de costumbre, de vuelta a la nave el día que entregamos finalizada una obra nos preguntamos qué enseñanza nos deja. En el caso de Bunji The Place nos ha recordado que en la construcción no cabe la estandarización. Entender las actuaciones bajo el principio de la singularidad del cliente y de la obra, quizá, revele en esencia el valor diferencial de una compañía en el sector del retail.
En Grupo Spin, seguimos construyendo, ¡seguimos avanzando!